
La reconocida cadena de restaurantes Hooters ha solicitado la protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, buscando reorganizar sus finanzas sin cesar operaciones. Esta medida responde a desafíos financieros derivados de cambios en las preferencias de los consumidores, aumento de la competencia en el sector de comida rápida y el impacto de la pandemia de COVID-19.
Como parte de su estrategia de reestructuración, Hooters planea vender al menos 100 de sus 430 restaurantes a grupos franquiciados con experiencia operativa. Estos compradores ya gestionan algunas de las ubicaciones más rentables de la cadena, especialmente en Illinois y Florida, lo que se espera aporte estabilidad económica a la empresa.
A pesar de la bancarrota, Hooters tiene la intención de mantener sus restaurantes operativos y garantizar que la experiencia de los clientes no se vea afectada. La empresa se compromete a preservar miles de empleos y continuar ofreciendo su característico ambiente relajado y servicio distintivo.
La compañía también contempla modernizar su imagen y atraer a nuevos grupos de clientes. Aunque la venta de franquicias implica una reestructuración interna, no se esperan cambios inmediatos en la experiencia de los clientes, y la calidad de los servicios se mantendrá según lo expresado por voceros de la empresa.
Hooters enfrenta un período de transformación con el objetivo de adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado y asegurar su continuidad en la industria de la restauración. La colaboración con franquiciados experimentados y la modernización de su propuesta buscan fortalecer la posición de la marca en el futuro.